viernes, 20 de enero de 2012

...convulsión, espasmo, exaltación, clímax, culminación...


Y a menudo, justo después de ese momento, es cuándo me siento más inspirada…

Retrocedo en mi recuerdo a ese preciso instante. Justamente esa milésima de segundo que es la cúspide del resultado de un clan de segundos anteriores que te conducen a la más intensa satisfacción. El orgasmo.

Deambulas por mis pensamientos ardientes y descarados mostrándome cada uno de tus encantos ocultos que nunca me dejaste ver. Recuerdo que me tocas como no me tocabas. Y me besas como solo tú sabes. Me miras agachando la mirada. Y sonríes porque, en mis sueños, lo dominas…

Intuyes lo qué te pido sin hablarte cuando te araño por acariciarme lentamente. Por los gemidos que se pierden en el aire de esa habitación que deja paso a la luna para que pueda observarnos e integrarnos en sus propias fantasías.

¿La recuerdas?
La ventana.

RosepinK

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